lunes, 27 de junio de 2016


Fue una señal de manos
Fue un espacio célebre musical
Fue el delirio de azúcar
Fueron verdades kilométricas
Albores unidos en el silencio

Embaucados en cortejar la defensa
La consigna era soportar la luz
Desconcertar la paciencia
Vagar por sueños de edad.

La luna esa noche iba llena de añoranzas
Que los pensadores discutirían acerca del silencio
Y amarían la aventura del picaflor

De provecho exhalaban suspiros
Se contagian de almohadillas y rasguños
Bailan al borde de una risueña noche
Los cuellos sumisos sin juzgar,
Iluminados en la verdad
Desde el infinito hasta el comienzo
Desde el abrazo hasta el llanto

Testarudo y cabizbajo
Implorando la gloria
Con esperanzas de lumbre
Con virtuosa honestidad
Palma en mano acurrucaban verdades

Volteó el cosmos
Una virtuosa flor
Escuchó el concierto del gallo
Y desoló el sentido
En un torbellino despótico

De besos y abrazos
de puntillas... 


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